jueves, julio 17

Allanaron casas en La Plata y Ensenada por vínculos con el grupo terrorista ISIS


El FBI alertó sobre un joven en Ensenada con contactos con ISIS. La PFA allanó dos domicilios y secuestró armas y dispositivos electrónicos.


La Policía Federal Argentina (PFA) realizó allanamientos en Ensenada y La Plata en el marco de una investigación por posibles vínculos con el grupo terrorista ISIS. Un adolescente de 17 años fue identificado como el principal investigado y durante los operativos se secuestraron armas y dispositivos electrónicos.

La investigación comenzó a raíz de un informe del FBI canalizado por la Dirección Nacional de Inteligencia Criminal. El reporte advertía sobre un menor en Argentina que habría iniciado contacto, a través de Telegram, con personas asociadas al Estado Islámico y se interesaba por ataques de tipo “lobo solitario”.


Tras el informe, la Fiscalía Federal dispuso una investigación a cargo del Departamento de Investigación Antiterrorista, que permitió identificar al implicado e individualizar su hogar. El reporte hacía referencia a un grupo en línea vinculado al Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS).


Los investigadores, según pudo saber , lograron determinar que el sospechoso también mantenía contacto por Discord con un ciudadano uruguayo detenido por causas similares.

Los allanamientos en La Plata y Ensenada

La medida fue dispuesta por el Juzgado Federal N° 1 de La Plata, a cargo del juez Alejo Ramos Padilla, con intervención de la Secretaría Penal N° 2 y la Fiscalía Federal N° 1, encabezadas por los doctores Ramiro Lemos Arias María Laura Roteta, respectivamente.

La Policía localizó dos viviendas, una en la calle 182 de Melchor Romero y otra en la calle 35 Bis de Ensenada. Con orden judicial, se allanaron ambos domicilios. En uno de ellos fue hallado el joven, quien fue notificado de la causa. También se incautaron un pistolón, municiones, un celular y una computadora.


Durante los procedimientos, la PFA también secuestró un pistolón, municiones, un teléfono celular y una computadora, que quedaron a disposición de la Justicia Federal. Las autoridades continúan con la investigación bajo estricta confidencialidad, como parte de los protocolos para prevenir posibles amenazas extremistas.