El intendente Julio Alak participó de la supervisión de los trabajos que iniciaron este lunes para demoler los restos del depósito que se incendió en La Plata.
Desde la esquina de diagonal 77 y 48 donde este lunes comenzaron los trabajos para demoler el depósito que se incendió, el intendente de La Plata, Julio Alak, dialogó en exclusiva con No es una copia y contó detalles de las tareas que se llevan a cabo.
“Hoy empezó la demolición, pero va durar aproximadamente tres semanas”, advirtió el jefe comunal en diálogo con el streaming indicó que se trata de una demolición muy grande y agregó que las imágenes parecen salidas de “una película”.
El mandatario platense explicó que los trabajos se deberán llevar muy lentamente, aliviando la estructura y derribando desde los pisos superiores, pero siempre evitando que caigan bruscamente sobre el resto del edificio para que no tiren abajo las losas restantes. En ese marco, confirmó que “el Municipio contrató una empresa para realizar la demolición, porque los propietarios no estaban en condición de hacerla” y aclaró luego que los trabajos deberán devolver los fondos puestos a disposición para cubrir el costo de las tareas realizadas.
Mientras se llevan adelante los primeros trabajos, Alak también reveló que en total unas 190 familias se vieron afectadas por el derrumbe del edificio y debieron dejar sus hogares el mismo día del siniestro ocurrido el pasado martes 15 de julio. En esa línea, además, contó que varios de los evacuados eran estudiantes universitarios que debieron ser asistidos por el Municipio, dado que no contaban con familiares y allegados que pudieran alojarlos.
“Es una obra compleja y los vecinos no van a poder volver en las próximas tres semanas, probablemente y el tránsito va a seguir cerrado”, reiteró el intendente.
“Sentimos mucha tristeza porque si bien el lugar no estaba habilitado, los propietarios son una familia que ha tenido durante décadas una cadena de electrodomésticos que ha dado mucho trabajo a la gente y van a tener un perjuicio económico importante, porque el Municipio hace esta demolición a cuenta de los propietarios que van a tener que reintegrar los fondos afectados”, apuntó además el mandatario local y sentenció: “Es un hecho triste y lamentable para la ciudad, pero hay que salir adelante y felizmente no hay víctimas humanas, que es algo que hubiera sido irreparable”.
“Las explosiones durante el incendio fueron debido al Telgopor. Parecía que se había declarado una guerra en el centro de la ciudad. Se propagó rápido porque muchos electrodomésticos tienen un alto componente plástico”, dijo respecto al episodio del 16 de julio.
Mientras miraba hacia la cámara y detrás caían chapas y escombros, contó: “Se está por caer la zona más preocupante que es la punta del edificio. El piso superior se va a caer sobre el segundo en cualquier momento. La empresa está muy informada y tienen un supervisor arriba que va guiando el procedimiento”. Además agregó que “hay muchos vecinos pero hemos cortado el tránsito en la zona para que no corran riesgo, que el riesgo es real”.
Finalmente, recordó que “el último gran desastre fue el incendio del Teatro Argentino en 1977. Osea que hace casi 50 años que no ocurría un incendio de tal magnitud”.