El juez negó la domiciliaria a la principal imputada por evasión y lavado. se accedió a un documento oficial que detalla el rol clave de la acusada.
En una resolución de más de 150 páginas a la que se accedió en exclusiva, el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak describió con minuciosidad la maquinaria de evasión impositiva y lavado de dinero presuntamente dirigida por la contadora Natalia Foresio, actualmente detenida. La mujer había solicitado el arresto domiciliario, pero el magistrado lo rechazó tras considerar que su conocimiento técnico y acceso a herramientas clave podrían derivar en una fuga o entorpecimiento de la investigación.
La resolución judicial -el auto de procesamiento con prisión preventiva- marca un punto de inflexión en una causa que expone un entramado delictivo con ramificaciones nacionales. Según el juez, la contadora no solo diseñó y ejecutó el esquema de facturación apócrifa, sino que administraba una oficina paralela de emisión de facturas truchas desde su estudio en La Plata.
La investigación judicial, nacida de una denuncia de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA), ya tiene procesados, múltiples embargos, CUITs inactivos y una lista de más de 140 personas físicas y jurídicas bajo la lupa. La única detenida, hasta ahora, es Foresio, pero el documento judicial señala también como engranajes del circuito a su pareja, Luis Mauricio Cortazzo, y a Claudia Mariela Soria y Hugo Fernando Gatti, quienes quedaron en libertad con restricciones.
Claves del procesamiento: facturas falsas, sellos oficiales y redes de empresas fantasma
Según el auto de procesamiento dictado el pasado 5 de mayo, la maniobra ilícita habría operado desde, al menos, el año 2020. En la resolución, el juez Kreplak identifica tres niveles de sociedades:
- Empresas A o “usinas”, que emitían facturas falsas por operaciones inexistentes
- Empresas B, que registraban esos comprobantes truchos como compras y los revendían
- Empresas C, los beneficiarios finales, que simulaban gastos y obtenían créditos fiscales espurios para evadir impuestos
El núcleo operativo estaba en La Plata, donde Foresio concentraba el control de claves fiscales, sellos oficiales y documentación societaria de múltiples sociedades “de papel”. Varias de ellas estaban inscriptas en domicilios vinculados a ella o a su pareja, y muchas compartían la sede con su estudio contable, lo que para el juez es un indicio clave del carácter ficticio de esas firmas.
Uno de los casos más ilustrativos es el de “Romaco Mantenimiento y Construcciones S.A.”, que declaró su domicilio fiscal en diagonal 73 N° 2702. Durante el allanamiento ordenado por la Justicia, se comprobó que en ese lugar funcionaba una ferretería llamada “La Lucha”. Ninguno de sus empleados había oído hablar de “Romaco”, y otra firma –“Distribuidora Alcaraz S.A.”– también aparece inscripta en el mismo inmueble.
Los vínculos con la sanidad y el turismo sindical
Entre los elementos más delicados del expediente aparece la posible participación de estructuras sindicales como beneficiarias indirectas de la maniobra. El documento judicial incluye referencias a emprendimientos turísticos ligados a la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), con hoteles y desarrollos en Mar del Plata, Córdoba y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El juez también menciona una línea de investigación sobre el Sindicato de Salud Pública de la provincia de Buenos Aires (SSP), cuyos nexos con las empresas de facturación apócrifa aún están siendo evaluados.
Una pizzería platense ubicada en 14 y 42, de nombre “Abra Maestro”, figura como uno de los posibles domicilios utilizados para justificar movimientos comerciales que, según los investigadores, nunca ocurrieron.
La defensa insiste en que su rol fue “técnico”
En paralelo al avance del expediente, los abogados defensores Alfredo Gascón y Miguel Molina sostienen la inocencia de Foresio. En declaraciones a este medio, aseguraron que la contadora se limitó a asesorar técnicamente a sus clientes y que no participó de una estructura delictiva organizada. “Jamás le dio un sentido ilícito a sus intervenciones”, remarcaron.
El procesamiento judicial, sin embargo, expone otra visión: para la Justicia, Foresio fue la pieza central de una asociación ilícita fiscal, con un esquema de funcionamiento que requería precisión técnica, acceso a herramientas informáticas sensibles y una red de colaboradores conscientes del ardid. “Articulaba una estructura paralela de evasión desde su rol profesional”, se lee en el escrito.
Desde su entorno, insisten en que la contadora no tenía capacidad ni herramientas para verificar la validez de las facturas emitidas por sus clientes. “El contador no es un policía fiscal”, señalan, invocando el principio de confianza que rige la relación profesional entre contador y cliente.
Un expediente que sacude a La Plata y podría escalar
La resolución judicial, ya notificada a las partes, ordenó mantener a Foresio detenida en prisión preventiva. El magistrado advirtió sobre la posibilidad concreta de fuga y de entorpecimiento del proceso mediante la manipulación de documentos o claves digitales aún no peritadas. Además, prohibió cualquier tipo de acceso a redes informáticas, dispositivos electrónicos o papelería sensible. La causa promete nuevas ramificaciones.
Dado el estado actual de la meticulosa investigación, no se descartan que nuevos imputados se sumen a la lista, ya que muchas de las empresas involucradas continúan en actividad o tienen deudas impositivas relevantes. También podrían derivarse causas conexas hacia los fueros penales económicos o hacia otros juzgados federales del país.
En un contexto de fuerte presión pública sobre el control del dinero público, el caso Foresio aparece como un nuevo emblema de los límites del sistema fiscal argentino. El acceso exclusivo de este medio al auto de procesamiento permite confirmar que, detrás del escándalo, existe una red aceitada, profesional y persistente que operó a la vista de todos. La Justicia, ahora, busca desmantelarla.